¿Por qué el luchar?
Todo sigue igual
Sigo tus pasos, los cuales
se vuelven distantes.
Los míos se marchan sin echar
un vistazo atrás,
dejando miradas vacías y
vasijas sin llenar.
Fuimos hechos para luchar,
pero nadie nos advirtió de la desgracia.
No tengo nada de que
arrepentirme, tuve una vida grata, puedo morir en paz.
Y aun las vasijas siguen sin
ser llenadas.
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